Oscuro
Que mala manía esa de hurgar en cajones olvidados, casi como si no se supiera que se busca, solo que en un escondido rincón de la mente se sabe perfectamente qué se está buscando, aun así se revuelve todo un par de veces más de lo necesario, para finalmente como quien no quiere la cosa, estar de nuevo cara a cara con lo olvidado. Y creía que eso de enfrentar el olvido era una causa heroica, digna de elogios, nunca conté con los poderes magnificadores del tiempo. Y ahora sentado en este cuarto, sin deseos de encender luz alguna, no hago otra cosa más que recordar.
PS: Mañana. Mikel Erentxum. (Gracias Nidia)
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8 Comments:
eso me sucesio que diaa
en realidad queria leer las cartas
pero me hice la loca
buscando otra cosa
jaja
esa cancion no es de mikel?
o salio cuando aun estaba en duncan?
buen posteo
el de hoy
;D
trabajamos muy duro para construir los buenos recuerdos como para que al final no se nos ocurra nada más inteligente que tratar de olvidar. si sigue encontrándose esas cosas puede ser porque lo que necesita no es borrarlas de su mente sino reconciliarse con ellas. saludos...
es inevitable...
hay recuerdos que le dan a uno punzaditas en el alma, pero yo me he dado cuenta de que por mucho que me duelan...no hubiera imaginado mi vida sin esos momentos...eso es lo importante, saber que pasaron pero pensar que no lo hubieras querido de otro modo..no?
Esos recuerdos hay que enfrentarlos, guardarlos todos juntos (para evitar encontrarselos entre el cajòn de las medias, el jueves afanado para salir a clase de 7) y tener perfectamente claro donde estàn, para que , en caso de que la nostalgia lo invada, uno sepa a donde ir a releer cartas, ver fotos etc. Mientras tanto, ahì estàn, y no hay peligro de encontrarselos de casualidad ... o de estar buscando algo y encontrarlos "de casualidad"...
Saludos!
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
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... Si, condenadas costumbres que nos arrastran a hurgar entre cajones y recuerdos. Pero ¿por qué no?, esos recuerdos, buenos, malos, dolorosos, feos y hasta penosos son los que nos recuerdan qué somos y por qué somos así...
Por ironía, los recuerdos son nuestro propio camino caminado, "caminante no hay camino, se hace camido al andar"
Si, yo tambien tengo esa enferma costumbre... eso si será sano?
Saludos!
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