jueves, julio 28, 2005

Trabajos.

Llevé el carro de mi padre a que le hicieran cambio de aceite. Me puse a hablar con el tipo que lo hacía, era un señor de unos 55-60 años. Fiel a mi estilo empecé a quejarme, de la situación, del tráfico, del clima loco bogotano...y el tipo muy sonriente me dice que no me queje tanto, que lo importante es la actitud. Me gustó que me lo dijera. El tipo ya está más allá del bien y del mal, algo debe haber aprendido en sus años. Además a la gente le gusta ser escuchada.

Desde hace un tiempo, debido a un trabajo humilde que hice en EU, le he tomado gusto a hablar con las personas que de algún modo realizan servicios para mí. Aprendí que el día es bacano cuando la gente llega y saluda, cuando sonríen, cuando dan un trato amable. Cuando uno tiene un trabajo de mierda, el pago es de mierda a su vez. Aprendí que cuando el dinero no ayuda, la gente sí puede hacer una diferencia. Aprendí a valorar el trabajo de meseros, celadores, vendedores de tienda, y en general todos los que tienen trato con el público, hay personas que pueden ser una mierda total, esos que creen que porque pagan están en todo el derecho de trapear el piso con quien está en frente sirviéndoles. A esos miserables, que se creen superiores porque pagan, sí que aprendí a detestarlos.


...Saludo especial a Nidia, no dudes tanto, por acá se te aprecia bastante :)


PS: Sombras. Javier Solís (Solís capoooo, que voz tan hp, que sentimiento pa cantar. Gracias a la abuela por enseñarme sobre ese señor)

9 Comments:

Blogger legalv said...

Ciertamente parcer, la ambilidad, la coridalidad y la buena disposición hacen que algo cansón se vuelva agradable.

8:36 a.m.  
Blogger wintermute said...

De acuerdo!

9:42 a.m.  
Blogger *Ivonne*BlackCatHat said...

La experiencia siempre es una buena consejera.

10:08 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

No hay nada que lo traten a uno bien y con amabilidad, hace que los lugares fríos se vuelvan calidos..

10:13 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

el comment anterior es mio..jejeje, se me paso..ORi.

10:13 a.m.  
Blogger Juan Felipe Chamorro said...

Y lo peor es que en esta ciudad a la gente todavía se le hace raro que uno la salude. Cuando yo trabajaba en la Javeriana vi que las viejas de la cafetería sólo me decían buenos días a mí, porque se acostumbraron a que yo las saludara todos los días. A los demás no los saludaban... porque ellos tampoco lo hacían.

La semana pasada cuando estuve en mi adorada Cali caí en cuenta de lo mucho que extrañaba eso: saludar a la gente y que le contesten a uno con amabilidad.

Parce, Javier Solís??... ese man es la verga!

12:15 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Juemadre, o sea que yo también estoy por encima del bien o el mal?

(menos mal sólo es cuestión de actitud) :P

9:42 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

hola
yo tambien apresio mucho a esa gente.
es la gente a la que no todos respetan, pues piensan q su trabajo no es digno.
creo q todo trabajo es de valorar. lo q hace un ser humano, sea cual sea el caso, tiene valor.
gracias por el saludo.
se q me apresias. de eso me he dado cuenta.
chao
salud!

11:18 p.m.  
Blogger Maria Fernanda said...

Me da risa leer los comentarios pues según esto TODOS son muy saludables... FELICITACIONES!!! Disfrutan de la sonrisa que le regresa a uno la gente al saludar!

6:55 p.m.  

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