sábado, junio 30, 2007

Escribiendo.

Y un día de esos en los que se levantaba antes que todos en esa gigante casa, decidió empezar por fin a escribir esa novela que llevaba tanto tiempo dando vueltas en su cerebro. Sacó la máquna de escribir, la puso encima de una vieja mesa, acercó la mecedora y en medio de un corredor lleno de materas con flores de colores y una eterna luz de viernes a las 3 de la tarde escribió:

"Desde niño tuvo esa extraña fascinación. No podía apartar sus ojos de quienes caminaban con la mirada en el infinito, cargados de harapos, bultos, vidas hechas pedacitos de escombros. Se preguntaba si eran felices, si en ese vacío de responsabilidades, en esa ausencia de corrección estaba la libertad.

Si pasaba una vieja carreta halada por un flaco y acabado caballo seguida de un perro viejo y maltrecho, no podía evitar imaginar hacía donde se dirigiría. Inventaba recorridos por una amplia ciudad que aun no conocía (y en la que siempre se perdería), y siempre soñaba que el final del recorrido era una casa en una pradera donde habían vacas, gatos, perros, flores, y alguien lo esperaba ansiosamente. Una casa que no era de este tiempo. Una casa que estaba en épocas más sencillas, en las que no había que exprimir cada segundo como si de eso dependiera la vida.

Le atraían esas imágenes bucólicas del campo, en especial cuando veía viejas fotografías en blanco y negro. Le gustaba imaginar que en ese entonces el mundo era así, a blanco y negro, que la vida transcurría eternamente lenta y tranquila. Niños en bicicleta por caminos polvorientos, trajes cortos hasta cierta edad, caucheras, abuelos sabios y bonachones, tías mal criadoras que regalaban dulces a escondidas de los padres, perros fieles que corrían ladrando felices cuando se iba al río a darse un chapuzón en esa hora muerta que son las tres de la tarde de los días muy calientes."

Leyó lo escrito, se sintió satisfecho y se levantó a preparar café. Su proyecto quedaría archivado, hasta un nuevo ataque de decisión e insomnio combinados.

PS: Going to California. Led Zeppelin.

domingo, junio 17, 2007

Viaje.

Claro que no soy consciente de nada de lo sucedido, ese año estuve totalmente concentrado en el proyecto de viajar al pasado. El proyecto de dar vida a aquello que estaba más que muerto se quedó apenas en unos cuantos planos indescifrables y en unas voces que logré traer de más allá del punto de no retorno.

Tuve un éxito moderado, nunca llegué al pasado pero tampoco estoy en el "presente", es como una estación intermedia. Lo bueno es que he aprendido. Solo me hubiera gustado traer algo más que este viejo y amarillento libro que he leído ya miles de veces, como una versión de bolsillo y de burla del eterno retorno. He aprendido a olvidar, cada vez que leo este viejo libro es como la primera vez, así no me aburro. Solo espero que el olvido termine por ganar a la memoria en todo aspecto y por fin poder abandonarme y dejarme tragar por esta nada que me rodea, ser libre por fin.

PS: State of love and trust. Pearl Jam.