lunes, octubre 30, 2006

Jalogüin.

Mi primo Alex es famoso en la familia porque es el único que ha visto una mujer que sostiene a un bebé sin cabeza.

En esos años todavía vivían todos en casa de sus padres (mi tía y su esposo). Uno de los cuartos era el de los 'muchachos': Juan, Alex y Gonzalo. Juan trabajaba como mesero así que llegaba tarde cuando sus hermanos ya dormían.

Una noche, como todas, dejó la ropa encima de una silla, se acostó e inmediatamente quedó dormido. De repente Alex saltó de su cama gritando: "un espanto, un espanto, auxilio, ayudenmeeeee", trató de subirse a la cama de Gonzalo, quien también gritaba, porque no sabía que pasaba, mientras trataba esconderse bajo las cobijas, Juan saltó de su cama y sin saber porqué empezó a gritar también, en ese momento entró Alvaro- el esposo de mi tía, padre de los muchachos- pálido, despeinado y cómo no: gritando histérico y muero del susto. "Qué es lo pasa carajo??" consiguió decir finalmente mientras una escopeta temblaba en sus manos. "Un espanto, un espantooooooo" decía Alex. "Una señora con un bebé sin cabezaaa!!!"... cinco minutos después tuvo que reconocer que en la oscuridad la ropa encima de la silla "tenía forma de señora cargando un bebé sin cabeza"...

PS: I wanna hold your hand. The Beatles.

jueves, octubre 26, 2006

Fragmento.

Una y otra vez vuelvo a Sabato. Recuerdo que como a todo el mundo tuve que leer "El Túnel" en el colegio. Sentí temor al identificarme con algunos rasgos de Juan Pablo Castell.
Desde entonces me convertí en fiel lector de Sabato, su prosa llena de tristeza y nostalgias y sin embargo llena de una extraña y a veces muy pequeña esperanza.
He pasado no solo por el túnel, sino por sobre héroes y tumbas, y abaddón el exterminador...de algún modo me salvan.
Ahora leo "antes del fin" y es como leer a un amigo muy querido. He sentido la angustia de Sabato, pero también su esperanza.

Fragmento:
"Me estremeció una noticia que leí esta mañana en el diario; la recorté y la guardé en uno de los cajones de mi archivo, entre esos tantos retazos que en estos años me han ayudado a vivir.
Una mujer, en un crudo invierno, apenas con una remera y un pantalón, se escapó del Hospital Psiquiátrico con el deseo de ir a buscar a su compañero. Aprovechando la distracción del maquinista, robó una locomotora y haciéndola funcionar sin dificultad, comenzó su odisea. Él había trabajado en el ferrocarril y le había enseñado a conducir trenes y "muchas cosas más".
'Si ustedes supieran lo que es el amor, me dejarían seguir', le decía al oficial que la detuvo y, mientras la llevaba a la comisaría, con llantos desesperados, gritaba: '¿Vos nunca hiciste nada por amor?'.
...
He querido rescatar esta historia de entre mis papeles, ya que de alguna manera, cuando el razonamiento nos conduce al borde de la psicosis colectiva, estos actos son lo más parecido a una salvación."

Tristeza y esperanza.

PS: Esperando el impacto. Bersuit Vergarabat.

domingo, octubre 22, 2006

Viernes.

Año: 2004. Lugar: Galerías Pacífico, Buenos Aires.
Quiénes son? pregunté. Los dos vendedores de Kevingston dejaron de cantar para responderme: Bersuit Vergarabat.
"Esa canción es de un álbum en vivo, de la cabeza", dijo uno de ellos. Lo compro ya, respondí. Y salí buscando uno de los tantos sitios donde se puede comprar muy buena música en la calle Florida.

Por una sola canción, compré a ciegas un cd. Lo cargué durante varios días sin tener donde escucharlo, hasta que finalmente el viernes de un fin de semana largo, como llaman a los puentes allá, en la casa de unos amigos pude escucharlo completo.

Año:2006. Lugar: Centro de Convenciones Gonzalo Jiménez de Quezada, Bogotá.
Por primera vez en Bogotá, por primera vez los veo en vivo. Luces apagadas. Alguien sale al escenario, no se ve nada. Es un grupo de personas en pijama. No puedo evitarlo y empiezo a gritar: son ellos, son ellos!!! Se encienden las luces y empieza el gran Gustavo Cordera a cantar.
No podíamos creerlo, volteo a mirar a quienes iban conmigo, supongo que en mi cara también estaba la misma expresión felicidad.
Gritamos, saltamos, nos abrazamos. Lloramos con "un pacto", y nos quedamos sin voz con "la bolsa"
Que buen concierto, la entrega de Bersuit, y la energía que le meten a sus presentaciones en vivo, hacen que me emocione recordando. Por fin los vi en vivo, a dos metros de la tarima, el viernes fui el tipo más feliz del mundo.

PS: La vida boba.
La petisa culona.
Sencillamente.
Madre hay una sola.
La soledad.
Murguita del sur.
Señor conbranza.
Tuyu.
La bolsa.
Mi caramelo.
Un pacto.
...Bersuit Vergarabat!!!!

lunes, octubre 16, 2006

Caminando

2 am...de nuevo tu voz somnolienta me habla desde muy lejos. De nuevo has caminado en sueños. Y te despertaste al sentir el frío subiendo desde tus pies, lo cual me lleva a pensar que llegaste hasta la sala, justo donde termina la alfombra y empieza el frío.

Tu voz lejana y entredormida, que apenas puede articular un hola. Supongo que tienes puesto el pantalón viejo negro que te pones en las noches frías, porque en las noches calientes no te pones nada, eso lo se muy bien.

Nunca he caminado en sueños, te he dicho muchas veces, tal vez porque nunca tengo sueños, mis noches son una mancha muy negra y pesada.
Ha pasado de nuevo, dices. Lo se. Y debes prepararte, porque ha empezado el desgaste. Y en las noches de lluvia es peor. A veces quisera poder ver tu sueños.

PS: Off he goes. Pearl Jam.

martes, octubre 10, 2006

De pie.

"Torneo inter-roscas. Grados décimo y once." decía el afiche pegado en las carteleras del colegio. Era una buena noticia, por lo menos lo era para mi curso. Nunca fuimos un curso unido, éramos una serie de grupos que se conocían y a veces hasta se aguantaban de buen humor, algo así como unas cuantas repúblicas independientes, cada una con su idioma diferente, leyes, líderes, etc.

Campos se inscribió con su combo, así como Omar, el combo de Nicolás y el mío se unieron para formar un equipo decente. Los partidos se jugarían detrás del laboratorio de química, en la cancha de fútbol 5.

Recuerdo que ganamos nuestro partido, 1-0 con gol mío. Al día siguiente jugaba el equipo de Campos contra un equipo formado por los mejores jugadores de 11-1 y 11-2. Sabíamos que iba a ser una masacre. El equipo de Campos tenía un buen jugador-Castañeda- los otros eran solo sus amigos.

El día del partido, Castañeda pidió permiso para salir 10 minutos antes a recreo, necesitaban cambiarse y calentar. Cuando el resto del curso salió, ya los dos equipos estaban en la cancha. Sin ponernos de acuerdo, todo 11-3 se ubicó a un costado del laboratorio de química. Por esa única ocasión nos unimos. Nos enfrascamos en un duelo a madrazos contra los otros dos onces. La rabia que se respiraba afuera pronto se trasladó a la cancha. Y ese partido se convirtió en uno de mis mejores recuerdos del colegio. No hubo hazañas, primó la lógica, y el equipo de Campos perdió 5-3, sin embargo nunca olvidaré que corrieron todo el partido, que lucharon cada balón como si estuvieran jugando una final, hasta R., el más tronco del curso, recuperó un balón en la media cancha y a punta de fuerza llegó al arco contrario para marcar su único gol "oficial" en todo el bachillerato. Nunca los vi jugar mejor que ese día.
Al terminar el partido entramos al salón, ellos se quedaron cambiándose. Cuando finalmente entraron al salón, todos, como si hubiéramos estado de acuerdo, nos pusimos de pie y les reconocimos su esfuerzo, la manera como habían jugado el partido de su vida, y les dimos el aplauso más fuerte y sincero que pudimos.

miércoles, octubre 04, 2006

Voces.

-Escuchas eso??
-No.
-No escuchas las voces??
-Ya te dije que no.

Algo no estaba bien. Ya sé que la puerta estaba abierta, pero eso no era lo raro, constantemente hacía cosas así, como dejar el teléfono dentro de la nevera, olvidar que había llevado el carro y regresar caminando.

Había bajado todos sus posters de películas muy viejas, ahora las paredes estaban desnudas, mostrando parches por donde nunca había pasado el sol. En la chimenea se veían rastros de la gran masacre de posters de la noche anterior.
Su pelo revuelto tampoco era mala señal, nunca me peino, solo me acomodo el pelo decía, mientras sus crespos mostraban su carácter rebelde. Sus ojos revueltos e inquietos sí eran mala señal. No conseguían quedarse quietos más de tres segundos. Angustia e inquietud, algo había de estupor, algo que no conseguía entender aunque lo intentaba. Algo se escapaba de su control, algo se ha roto.
Las voces. No hay voces, no para mí. Creo que se ha ido, creo que no va a volver.

PS: Like a rolling stone. Bob Dylan.