miércoles, febrero 14, 2007

Luz.

No se cuanto tiempo estuve mirando como la luz jugaba sobre su cara. Sus pestañas crecían y se extendían hasta su boca. Siempre he sentido debilidad por sus pestañas largas y sus ojos oscuros; no se si lo hace de manera consciente o es puramente instintivo, tiene un curioso talento para ocultar todo pensamiento o emoción de manera que sus ojos son en ocasiones terriblemente negros e impenetrables.

De cuando en cuando debía retirar un mechón rebelde que tapaba su cara, y en ese suave movimiento me llegaban oleadas de tenue olor a fresa que subían desde su pelo.
No tenía otra opción más que ese aire gótico que tanto le molestaba tener, pelo muy negro en contraste con un piel muy blanca, por eso nunca se vestía con nada oscuro.

Realmente no se cuanto tiempo estuve mirando la luz jugar sobre su cara, sé que ella lo notó, la media sonrisa que trataba de esconder la delataba.

PS: Media Verónica. Andrés Calamaro.

4 Comments:

Blogger Delirante said...

Parece que sí, se dio cuenta nomás... pero, ¿qué mejor que eso?

Calamaro, un ídolo.

Saludos :)!

11:36 a.m.  
Blogger Juan Felipe Chamorro said...

Esas medias sonrisas... aaaaahh, que buenas que son, no??

Y sí, Calamaro es un mounstro!!

Un saludo viejo Dani!

11:30 a.m.  
Blogger Kamila said...

Claro que se dió cuenta! ahi está el secreto ...
Saludos!

12:48 p.m.  
Blogger Astrid said...

Pretty pretty.

7:10 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home