Carrito.

Es que está muy loco, decíamos todos con un tono que encerraba cierta duda. Todos en el fondo y sin decirlo nunca abiertamente creíamos que en realidad sí estaba loco.
Por ejemplo tenía esa manía de aficionarse a las series más cortas en la historia de la tv. Aunque esa manía la compartíamos y nos entusiasmábamos recordando los pocos capítulos que vimos de "fast lane", "off centre", "keen eddie" o "love monkey".

O esa pasión que tenía por las películas gringas que sucedían en escuelas o en universidades. Siempre se enamoraba de alguna actriz de reparto, nunca de la protagonista, por qué la protagonista no? le preguntábamos y él solo decía nooo, muy obvio y no decía nada más.

O cuando nos alborotaba a todos con la idea de la rumba máxima, esa que sería épica y que recordaríamos cuando fuéramos viejos. Y cuando la rumba estaba en pleno apogeo, cuando era un éxito total, se deprimía decía que todo era muy falso, que mirarámos alrededor. Y se iba para desaparecer todo el fin de semana.

Tal vez eso era lo más preocupante, sus constantes desapariciones que cada vez se fueron haciendo más frecuentes, hasta que un día no apareció más. Su hermana menor finalmente nos dijo que estaba recluido. Depresión fue el dictamen. Curioso ya que era siempre el que nos animaba. No fuimos todos juntos a visitarle, fuimos de uno en uno, como un pacto nunca dicho.
No quiero salir me dijo. Acá estoy bien, feliz, puedo pintar, escribir y hacer figuras en madera todo el día. Y afuera todo es falso.

Hace poco supimos que se había escapado. Solo dejó una nota en un carrito de madera que había terminado poco tiempo atrás: Buenos Aires allá voy.

PS: Engánchate Conmigo. Los Rodríguez.