Uno

Se sentó en el piso y apoyó la quijada sobre las rodillas. Con sus manos jugaba con la punta de las botas pantaneras que ese día estrenaba. Estaba triste. Tenía que repetir una plana. "Media hoja de solo bolitas!!" pensó con amargura, le había tomado la tarde anterior hacer la tarea, para que ahora la profesora le dijera que "las bolitas parecían de todo menos bolitas."

Unos ojos azules gigantes se acercaron, rodeados por un desordenado y largo pelo rubio. Al ver la cara de tristeza del niño de las pantaneras, la niña de los ojos azules le sonrió y le dio un beso. Su primer beso a los 5 años.
Desde ese día se hicieron inseparables, jugaron en la arenera, con las llantas viejas y con los bloques de madera. Se empujaban mutuamente en los columpios, intercambiaban lo que llevaban en la lonchera, y demás demostraciones de amor que puedan llevarse a cabo a esa edad.

Hasta que un día dijo adiós, se iba a "un colegio grande" donde solo iban niñas y el niño de las pantaneras evidentemente no podría ir.
Y así fue, a los 5 años conoció su primer amor y su primer adiós.

PS: Morning Air. Portished.