Reunión.

En el colegio hice pocos amigos. Conocía a mucha gente, me hablaba con todo el mundo, sin embargo amigos de verdad solo dos. Dos locos que con los que hice casi todo el bachillerato, y que aun ahora nos seguimos hablando. A uno de ellos lo conozco hace diez años al otro hace hace quince. Aunque hace mucho salimos del colegio y cada vez son menos las cosas que hay en común, el vínculo sigue. Uno de ellos se fue a vivir a Canadá hace dos años y llegó de visita el domingo pasado. Estoy impresionado con la sensación de que el tiempo no ha pasado. Nos renunimos los tres de nuevo a hablar y fue como si retomáramos una conversación de hace cinco minutos.
Los amigos de colegio son parte de la memoria, son los que no dejan que se olviden las cagadas que hicimos, las primeras borracheras, las primeras viejas, las pintas desafortunadas, los desengaños, los sueños que ya no fueron, lo felices que éramos creo que en parte por la ignorancia, y sobretodo nunca dejan olvidar que el tiempo no importa, que pasan muchas cosas que se van acumulando en la memoria, lo único que nunca se va es que somos amigos y que en el fondo siempre seremos esos tres adolescentes soñadores y jodones, que seremos amigos por siempre.

PS: Kashmir. Led Zeppelin.