Ha llegado.

Y por fin desde acá empiezo a convencerme de la llegada de diciembre. No hay ventana, solo una claraboya por la que entra la luz del sol. No es lo mismo. Me gustan las ventanas en diciembre, sobretodo porque la gente sonríe, los niños corren detrás de un balón.
El sol que desde acá veo me ayuda a convencerme de que no es un octubre desubicado el que estaba viviendo. La aparición de bart simpson, mickey mouse, dos monstruos, el sátiro de hércules, un soldado, que solo una vez al año abandonan sus cajas para formar un peculiar pueblo, lo confirman.

Quise explicarle porque ahora sí es diciembre, pero el buzón de voz, no atiende mis razones. Aunque en el fondo da igual, tarde o temprano estaría el buzón de voz. En fin, no importa me queda la ventana que veo desde acá. A veces la abro y hay alguien a quien explicarle porque ahora sí ha llegado diciembre. Ahora debo entender porque diciembre cada año es más corto, cuando era niño duraba casi dos meses.

PS: Murguita del sur. Bersuite Vergarabat.